domingo, 15 de julio de 2012

El milagro de Fátima





Para el PP andaluz ha sido un fin de semana raro, porque ha quedado reducido a día  y medio (parte del viernes y sábado) ya que según fuentes del partido “no es momento de fiestas y celebraciones”… La verdad es que salvo que los congresistas se den al fino y al pescaíto frito, una jornada dominical de trabajo no es que sea una fiesta … En fin, ellos sabrán si ha sido por austeridad prusiana o porque se esperaba que una manifestación de funcionarios montara el cante y no flamenco precisamente.

En todo caso y pese a la brevedad, la Ministra de Empleo, pontificó en el XIII Congreso Regional del PP andaluz. La señora Báñez con los brazos en alto, en un gesto que oscilaba entre la elevación eucarística y la fervorosa oración y ya metidos en ambiente, habló de sacrificio, dignidad y entereza, valores que una cultura judeocristiana asentada en los pilares de culpa, pecado y redención, nos ha marcado a fuego

Doña Fátima, proclamó que acercándose con “comprensión y humildad” a los que se han dejado pervertir por el lío de otros, el Gobierno del que forma parte, empeñará “su perseverancia y esfuerzo en salir adelante”, pero como ocurre en estos casos, la cuota de sangre, sudor y lágrimas será para las personas que van a verse afectadas por las reformas, aunque cómo en los futuros paraísos se nos pide el sacrificio y se nos asegura la devolución del esfuerzo para más adelante.

La Ministra de Empleo, supongo que en pleno éxtasis discursivo también tuvo tiempo para llamar al frente de batalla a “la mayoría silenciosa de buenos españoles que afrontarán los esfuerzos con aplomo y serenidad”; ella es consciente de que “habrá algunos que se resistan al cambio” y digo yo que esos serán los malos españoles, los hijos descarriados, a los que su compañera en el Congreso, Andrea Fabra, les deseó que se jodan.

Me preocupa la fijación del PP y de su alegre muchachada, por separar a la ciudadanía española en buenos y malos, aunque es normal porque siguen los sagrados dictados del inspirado Aznar que cuando era presidente ya habló de los malos patriotas, que al igual que ahora con la señora Ministra de Empleo y el resto del gobierno que preside Rajoy, son aquellos que osan levantar la voz contra un golpe de estado encubierto en una mayoría absoluta, que ahora quieren silenciosa y obediente hacia unas reformas que son “duras pero inevitables y que están hechas con sensibilidad”; ya se sabe que bien te quiere te hará llorar.

Se ha visto a doña Fátima, muy animosa en el Congreso andaluz, mientras levantaba hacia los cielos sus ojos y un enorme SI al nuevo secretario general, al que le deseó “que lleve el testigo de Javier Arenas hasta el final, porque son muchos los que quieren un gobierno que les diga la verdad”.

El 31 de Enero, la señora Ministra afirmaba que "en las próximas fechas habrá una reforma laboral completa y equilibrada que ayudará sin duda a cortar la sangría de desempleo que  hay en este país y a crear empleo y que va a contar con el respaldo de los ciudadanos".

Visto lo visto, entramos directamente en el negociado de los prodigios y en como se puede lograr que lo blanco sea negro. Otra cosa será que Bruselas, la nueva Roma de los portentos económicos, certifique el milagro.

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