viernes, 13 de julio de 2012

Andrea Fabra y la teoría de la idiotez


(Enviado al correo de la diputada)


Sra. Fabra:

Soy consciente de que lo más probable que ocurra con este correo, es que sea directamente eliminado de su buzón, si es que llega, porque lo imagino saturado, pero no se preocupe que por otros cauces, se lo transmitiré. De todas formas, como ciudadana me gusta hacer bien las cosas, pausada y educadamente.

¿Qué quiere que le diga de su melena al viento y su "que se jodan"?; probablemente a lo largo de los próximos días, escuche y le lleguen a usted muchos mensajes que expresarán con claridad quevedesca, lo que la ciudadanía piensa de su ejemplo de raza española a lo Belén Esteban. Por mi parte, sólo quisiera que me aclarara a quien iba dirigido ese deseo tan elegantemente expresado: ¿a la leal oposición? ¿a los votantes que no concedieron su confianza a su partido? ¿a los millones de desempleados de este país que tratan de sobrevivir con dignidad? ¿a la futurible ciudadanía que irá por el mismo camino?... En los insultos como en los halagos hay que ser clara, porque puede dar lugar a confusiones enojosas...

Cabe también la posibilidad, señora diputada, de que su "momento Sálvame", no indique más que el gozoso deseo -no hay más que ver su amplia sonrisa- de que los españoles y españolas, nos lancemos al deporte amatorio para solventar la crisis, porque en momentos de necesidad, los arrumacos pueden salvar al mundo, y no tiene más que recordar usted el gran apagón de New York.

Podría contarle a usted, señoría, historias muy duras de gente que se levanta cada día para sacar adelante su futuro y el de sus familias, pero después de haber visto su ficha laboral en el Congreso, no quiero fatigarla porque lleva usted un ritmo de infarto; asombrada estoy de que tenga tiempo para diseñar la gracieta que va a soltar desde su escaño. De todas formas, vista su declaración de bienes y rentas, me hago cruces de cómo con 3.906, 11 Euros, en tres cuentas compartidas, puede arreglarse hasta final de mes; nada, nada, sus compatriotas nos quejamos de vicio; también es cierto que su capitalito puede estar en otras formas que no sea cash, como dicen los pijos...Ya se sabe que quien es rico por su casa o por su matrimonio, no habla de ordinarieces como el dinero.

En fin doña Andrea no quiero cansarla más, pero viéndola a través de la televisión, se me vino a la cabeza  una frase que no recuerdo quien dijo, pero que viene como anillo al dedo: es preferible guardar silencio, aún a riesgo de que sospechen que uno es idiota,  que hablar y dejar a la gente claro, que efectivamente lo es.

Reciba mi más sentido pésame

   

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