lunes, 14 de mayo de 2012

El síndrome de los idus

Ya se sabe (como en la película Los idus de marzo) que una cosa es el mensaje que se ofrece al pueblo y otra los codazos y las zancadillas internas.

Desde el año pasado, Asturias ha marchado sin control. Primero fue ir dando tumbos, perdidos el norte y la vergüenza, en una absoluta tomadura de pelo a la ciudadanía. No se recuerda cosa similar en no hacer y en no dejar hacer: los altos cargos, permanecieron inanes, con el libre albedrío y el sentido común (si lo había) amarrado corto por el General Presidente que iba contra todo con la fineza de un elefante en una cacharrería; o estáis conmigo o estáis contra mí les dijo a sindicatos, patronos, clase universitaria, clase obrera, autónomos, pescadores, cazadores, votantes afines, amigos, compañeros y ciudadanos del común. Mientras tanto, las instituciones funcionaban a ralentí, pero funcionaban, por la labor de sus trabajadores a pesar de estar acosados y en el punto de mira. 

Tras las elecciones de marzo y cuando parecía que pese a los ajustados resultados, las cosas podían encarrilarse, surge otra vez la desvergüenza, fruto del ansia de poder y de la inquina personal de Paco Cascos, que no le importa lo que se lleve por delante con tal obtener lo que quiere – o al menos intentarlo - y satisfacer sus ansias de venganza. Él y su grupo, enmierdaron el resultado electoral; esta vez se iba contra la Junta Electoral, la fiscalía y el voto emigrante, con unas actitudes que no eran las que  mantuvo en la época de Sergio Marqués, cuando cubierto de ceniza y rasgándose las vestiduras, gritó aquello de prefiero partido sin gobierno a gobierno sin partido. 

Mientras tanto el PP sigue envuelto en su propia guerra, donde nadie se fía de nadie y las navajas se ocultan dispuestas a abrirse; en medio destaca la figura doliente de Cherines, que tan pronto habla de pacto de investidura pero sin pacto de gobierno, como de su propia candidatura a la presidencia, como de dar apoyo a Foro supeditado al voto de UPyD… Y digo figura doliente, porque a mí, que cuando las aguas bajan turbias, me gusta mirar los gestos al margen de lo que digan las palabras, me parece muy revelador ese no buscar los ojos del otro, ese aferrarse a cualquier objeto, papel o guiño, que sirva de Macguffin sin relevancia en lo que vaya a venir. Me temo que le puede la tensión de la película y las dudas del bando en el que quiere estar.

Por su parte, el único representante de UPyD, se deja querer como una prima donna y espera salir del paso, perdiendo el menor número de plumas; de todas formas debe tener sangre gallega, porque no se sabe si sube o si baja y empieza a usar su voto como algunas personas usan su cuerpo. Esperemos que no sea un mal calco de don Francisco (el líder de Foro, por supuesto) porque parece que ya apunta  maneras de “aquí se hace lo que yo diga”.

Y con todo este panorama, la flor que le faltaba al ramo, es la amenaza de intervención de la Hacienda nacional, prueba irrefutable de que Asturias es para algunos un banco de pruebas, un campo de batalla y un laboratorio para experimentos de todo tipo, mientras que las personas que la poblamos, podemos ser engañados y vapuleados en nuestros derechos y necesidades. Bueno no todos, porque parte de esa ciudadanía se dejó engañar no una sino dos veces, y ya se sabe que cuando eso ocurre, la primera vez será culpa de quien te engaña, pero la siguiente será culpa tuya. De todas formas, alguien dijo una vez que cada pueblo tiene los gobernantes que se merece y algunas personas han dejado su soberanía (si saben lo que es eso) en manos de charlatanes y pajarracos de mal augurio. Como dije alguna vez, votar con los pies fríos y la cabeza caliente, es la mejor manera de coger un resfriado democrático, aunque me parece que esto ya es una neumonía muy seria.

Desde hace meses, como una Casandra cualquiera, clamo ante como se practica el arte de destruir una región y me confirmo en la idea de que no hay nada más peligroso que un verbo ilimitado en manos de un ser limitado. ¿Hay alguna posibilidad -por pequeña que esta sea- de que nos demos cuenta de una vez por todas que alguien tiene problemas de cordura…?


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