viernes, 9 de marzo de 2012

El impulso de Foro

Esta mañana al pisar la calle me encuentro con los primeros carteles electorales; no hay nada especialmente llamativo en los lemas y en los rostros que destilan cierta sobriedad acorde con los tiempos que corren y teniendo en cuenta  la cercanía del último proceso. De pronto uno de ellos me llama la atención: grande, brillante, con una calidad fotográfica notable y una puesta en escena envidiable: entorno de un parque o jardín, un hombre maduro apoyado en un  muro en una postura ligeramente ladeada, sonríe mientras contempla a una niña que levanta su cabeza hacia él; hay otra niña y una mujer joven, rubia, guapa, vestida con estilo, ¿la mamá?, que contemplan la escena con un suave gesto en los labios. Desde luego es una  foto  preciosa, digna de ponerle un marco y colgarla en el salón de alguna casa. Sigo mi camino y pienso en el lema -que estropea un poco la perspectiva- y que campea en el cartel electoral: Foro Asturias, ahora, el impulso decisivo. Un poco más allá encuentro otra variante, en la que el señor maduro sonríe a dos niños (de espaldas a él) como un maestro afectuoso que imparte una lección. ¿Y a mí que esto me recuerda algo…?  No me gustan los anglicismos, pero de pronto tengo un flash-back y veo pasar ante mis ojos cartelería alemana e italiana de entreguerras con un toque georgiano.

Ya sé que el papel, incluso el fotográfico, lo soporta casi todo y que algunas técnicas de marketing son capaces de vender hielo a un esquimal, pero hay ciertas cosas que van contra el buen gusto y el sentido común. Esta comunidad lleva meses paralizada y Foro se permite hablar de impulso…; no doy crédito. Una comunidad paralizada por la incapacidad del Sr. Álvarez Cascos para establecer cualquier tipo de diálogo o de acuerdo; por la firme creencia del Sr. Álvarez Cascos de que solo él tiene la solución a los problemas no ya de Asturias sino de España y del mundo mundial; por la aplicación del “estilo Paco Cascos” basado en la prepotencia con sus adversarios pero también con sus compañeros de partido y de gobierno a los que no permite que tengan iniciativa ni opinión propia, circunstancia que ha llevado a la rareza política, de que algunos cargos  no son dimitidos, le dimiten… A todo lo anterior hay que añadir el periplo en estos meses, de Foro, su presidente y el gobierno o por mejor decir, el desgobierno que preside, lleno de contradicciones, errores y desencuentros, que mal se corresponden con la Gobernanza, entendida ésta como concepto ligado a la eficacia, calidad y buena orientación en la dirección de los asuntos  públicos.

Yo que soy de natural pausado y que me gusta caminar con firmeza más que correr, lo del impulso decisivo, me pone particularmente nerviosa. Los impulsos no son buenos para nada porque uno puede trastabillear y darse un buen porrazo; y que decir de hacerlo al borde del precipicio... Luego llegan las crisis de estrés y el corazón  desbocado, cosas con las que hay que tener cuidado pero tampoco usarlas como un tour de force (ahora toca un galicismo) digan lo que digan algunas leyendas urbanas, porque nos podemos llevar un buen susto.

Dice un proverbio que “la primera vez que me engañes la culpa será tuya, la segunda vez, la culpa será mía”. Asturias no se merece que la engañen por segunda vez; Asturias lo que necesita en estos momentos, es una persona tranquila, sensata y con la cabeza muy bien amueblada para afrontar el futuro con seguridad, garantía y seriedad.

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