lunes, 12 de octubre de 2015

Iglesias Turrión y los brindis al sol

Iglesias Turrión no va a ganar las elecciones generales de Diciembre. Está afirmación tan rotunda no sale ni de encuestas, ni de expertos politólogos, sino del brindis al sol que el joven y desacomplejado político ha realizado al recibir la invitación de la Zarzuela a los actos del 12 de Octubre en Madrid.

El líder de Podemos se ha justificado entre una frase política bien construida, "mi presencia es más útil en la defensa de los derechos y la justicia social en el país que en ese tipo de actos” y en esas excusas banales que todos hemos empleado: la invitación que llegó a un correo no adecuado y su falta de tiempo para comprar un regalo al anfitrión…

Iglesias Turrión debería darse cuenta de que cuando uno aspira a convertirse en un hombre de Estado, ciertas formas, usos y costumbres, y la asistencia a ciertos actos, deben mantenerse con total pulcritud, aunque nos parezcan algo que no comulga con nuestro ideario; porque si quiere llegar a Presidente de Gobierno, además de gobernar por el bien común, tendrá que hacerlo para toda la ciudadanía, tanto a la que le gustan como a la que no le gustan esas formas, usos y costumbres. Es más, si Iglesias Turrión, aspira a convertirse -por supuesto tras un proceso democrático- en Jefe de Estado, tendrá que asumir que a veces se verá obligado a estar presente en muchos actos que no le motiven pero que serán parte de su deber.

A mí, personalmente, me gustaría más que la Fiesta Nacional, en vez de con un desfile militar, se celebrara con otro tipo de actos; como soy una ciudadana de a pie, puedo ir o no y manifestar mi gusto o mí disgusto con total libertad. Pero ser un representante político implica obligaciones. Algo que parece haber entendido Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, por un partido afín a Podemos y que estará en los actos oficiales del 12 de Octubre, en la capital que gobierna. 
De todos modos, también es cierto que algunos retoños de Podemos, se lían con estas cosas del debo/no quiero, no debo/quiero… Sólo hay que ver el lío que se ha hecho Ana Taboada de Somos, vicealcaldesa de Oviedo, que con tantos brindis al sol confunde el culo con las témporas.

Sin embargo Iglesias Turrión sabe en su fuero interno que no va a ganar las elecciones y por eso sigue haciendo brindis al sol, al tendido de los más condescendientes con su figura y su faena, con gestos y promesas de todo tipo, con la tranquilidad de saber que no tendrá ocasión de cumplir. Otra cosa es que llegue la ocasión, pero entonces yo le veo más en la línea de todo para el pueblo pero sin el pueblo.

CODA: para que nadie diga que soy sectaria, hago memoria de que el 12 de Octubre de 2003, en el transcurso del desfile militar, el líder de la oposición, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, en la tribuna de autoridades no se levantó al paso de los soldados norteamericanos con su bandera, que habían sido invitados por el Gobierno de Aznar. Estaba entonces en ebullición la guerra de Irak… Siempre consideré aquello una falta de educación por más que dijeran que fue un gesto político. Los gestos políticos se hacen a través del ejercicio democrático del poder ejecutivo y legislativo y en beneficio de la ciudadanía. Espero y confío que Pedro Sánchez no olvide esto, y recuerde lo que dijo Winston Churchill: el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones



miércoles, 30 de septiembre de 2015

Una gloria regional

Hay grupos políticos que no tienen sentido de la medida. Dispuestos a acabar con la decadencia en Asturias, se lanzan a escalar cimas imperiales y acaban como decía Marx (Carlos no, Groucho) surgiendo de la nada para alcanzar las más altas cotas de la miseria.

Los titulares de prensa que Foro nos ofrece de cuando en cuando, deberían enmarcarse para estudio de futuros especialistas, porque sí no el devenir de nuestra región no se entenderá en las páginas de la historia. El recorrido desde que Álvarez Cascos se lanzó al gran teatro de la política, como el magnífico actor de comedia que era, hasta que haciendo mutis por el foro dio paso a su sustituta, no tiene precio. Como una vieja gloria apareció en el escenario e hizo un debut que dejó a parte del público entusiasmado; pero la obra era repetitiva y lo de las tres funciones fue un fracaso porque no había sustancia en su desarrollo. La joven promesa, ambiciosa y a la espera de la retirada de la estrella, no ha conseguido público ni fama y se notan demasiado las cuerdas, que maneja entre bambalinas, una sombra alargada que pone y quita a su gusto los actores de la obra.

Como en este mundo de la farsa todo se contagia, algunos de los comediantes alcanzan niveles de histrionismo verdaderamente notables, creyéndose su propio personaje. Sobresale especialmente el actor que interpreta el papel del intelectual destacado, agotado por el trabajo intenso y la búsqueda de la excelencia profesional. Los que le conocemos y le hemos tratado en la vida civil, estamos admirados de cómo alguien que no pasa de la mediocridad más absoluta y es un maestro en el escaqueo y un campeón de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio, además de ser experto en fastidiar a la gente sensata, ha logrado dibujar un héroe a la búsqueda de experiencias maravillosas, compañero fiel, entregado y sincero. 

Supongo que el gran teatro de la vida consigue estas cosas; aunque yo creo que voy a disfrutar de la obra, especialmente cuando caiga el telón. Al comediante que ahora abandona la escena le recomendaría que siguiera el consejo de Marx (Carlos no, Groucho): es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente.

sábado, 19 de septiembre de 2015

Mª Cristina nos quiere gobernar

Asisto atónita, desde hace tiempo, a los intentos desesperados en la búsqueda de un minuto de gloria en los noticiarios regionales, ya sea prensa, radio o televisión, por parte de la portavoz de Foro, Cristina Coto. Desde la retirada a sus cuarteles de invierno del que en su día fue el general secretario, muñidor de un experimento político que como la gaseosa perdió fuerza en cuanto se destapó y desparramó y capitán sin rumbo de un Costa Concordia a la asturiana que duró seis meses, esta chica aspira a convertirse en la gran esperanza blanca de la derecha asturiana y volver a instaurar la gobernanza a tres turnos.

Para alguien que no la haya visto actuar en los mejores estrados de la política de nuestra región, podría pasar por una mujer joven y suficientemente preparada, con ánimo de servicio público… ¡Lástima que en las distancias cortas la luz ya no sea tan favorecedora! Sus gestos y actitudes denotan una avidez por el poder que resulta inquietante y que parecen el pálido reflejo de una sombra demasiado alargada que maneja los hilos de su discurso; intenta en el movimiento nervioso de la melena, el ceño fruncido y el gesto altivo, hacer ver que está por encima de todos en su lucha infatigable contra la decadencia del momento histórico que le ha tocado vivir, pero no pasa de comportarse como una cría caprichosa y maleducada, que interrumpe a destiempo e intenta salirse con la suya.

Sus discretos inicios en el PP y su ascenso en el mismo, no parece tenerlos en cuenta  sino como una transición purificadora hacia fines más altos, siguiendo la estela de quien considera el político más brillante de la historia contemporánea reciente por su experiencia, su sabiduría y su carisma". No es extraño que tras el batacazo electoral de Mayo, su conclusión fuese que los asturianos se habían equivocado y Foro tenía la razón; quizás por ello no le importó lo más mínimo unirse a Mercedes Fernández –a quien había acusado de alojarse en el descrédito y mil lindezas más- en un intento desesperado por alcanzar el poder que fracasó.

También por ello, Cristina Coto, se lanza sin previo aviso sobre todo lo que se mueve en el Parlamento regional, siempre que haya prensa de cualquier tipo dispuesta a transmitir la jugada. Imagino que luego, la portavoz de Foro, visionará imágenes y repasará titulares para mejorar su estilo lenguaraz y desenvuelto, mientras sonríe con un gesto parecido al de la reina Mª Antonieta cuando subió al cadalso de la Bastilla: convencida de tener razón y de estar muy por encima del populacho.

domingo, 13 de septiembre de 2015

El síndrome de Robespierre

Decía Manuel Azaña, que si los españoles habláramos sólo y exclusivamente de lo que sabemos, se produciría un gran silencio que nos permitiría pensar. Estoy segura de que si el que fuera presidente de la República española, escuchara el incesante parloteo de algunos sobre la idiosincrasia republicana, rogaría otra vez mutismo y reflexión.

Hay personas que como fanáticas de la ideología que han abrazado, mezclan churras con merinas y confunden el culo con las témporas, olvidando los principios democráticos esenciales de respeto hacia el resto de la ciudadanía que no piense como ellas. Y si esto vale con respecto a lo deportivo o musical, cuando se refiere a la política, y especialmente a la política local, el fenómeno fan alcanza niveles de ridículo: las estrellas no se atreven al descontento de sus seguidores o de sus posibles aliados y como decimos en Asturias, agachen les oreyes, ante quienes manejan resultados electorales y votos cosechados como objeto de presión, para obtener lo que quieren sobre los derechos de los demás, e incluso como excelsos augures, se atreven a interpretar la opinión ciudadana expresada en las papeletas afines y no afines. O lo que es peor, a pensar que esas papeletas les dan el derecho a hacer lo que les dé la gana, que por otra parte no deja de ser el paso a un gobierno que controle lo que debe o no debe darse a los ciudadanos. Y es que hay personas que imbuidas de tener de su lado la verdad y la razón, acaban convirtiéndose en un peligro para la democracia y la libertad que dicen defender; de eso, a ver enemigos por todas partes, propiciar un partido único y convertir una mayoría absoluta en una dictadura, hay un paso.

No hay nada nuevo bajo el sol, ya lo dijo Robespierre, cuando superado lo de Libertad, Igualdad y Fraternidad, se vio a sí mismo como el padre de la República, desató el Terror y dijo aquello de que “…bajo el régimen constitucional es suficiente con proteger a los individuos de los abusos del poder público; bajo el régimen revolucionario, el propio poder público está obligado a defenderse contra todas las facciones que le ataquen. El gobierno revolucionario debe a los buenos ciudadanos toda la protección nacional; a los enemigos del pueblo no les debe sino la muerte”.

Lo más lamentable de todo el asunto, es que quienes deberían  gobernar para toda la ciudadanía, van del bracete con los que no alcanzan más allá de la parafernalia externa de banderas, chapas y felpudos tipo república independiente de mi casa y que estoy segura, si les invitaran a un cóctel monárquico, perderían las calzas por acudir y salir en el Hola. Desde luego a años luz de quienes respetan los principios constitucionales vigentes en nuestro país en cuanto a la forma de Estado y que si se plantea un debate sobre la misma, aportarán rigor intelectual, pros y contras.

Eso sí, si alcanzamos la III, ya vendrá algún majadero con toda la cuerda, a fastidiarnos la visita de la Guardia Republicana “por su ensalzamiento del militarismo” o cualquier nonada similar. Es lo que yo llamo el síndrome de Robespierre.




domingo, 5 de julio de 2015

Iglesias Turrión o la demagogia

Soy consciente de la carga de demagogia con que la clase política carga sus palabras sobre todo en tiempos electorales, pero a veces, no sé si por la influencia de las masas o por los efluvios emanados del micro y el atril, la demagogia deriva directamente en pura y simple tontería.
Iglesias Turrión visita Galicia y además de las consabidas frases en que la expresión la  gente, no es que la manipule, sino que la postrituye, ha comenzado a comportarse como un madrileño cuando visita la periferia del Norte; y me da igual que la periferia sea Galicia o Asturias, porque gallegos y asturianos…

Los madrileños, cuando salen de la villa y corte y viajan al Norte, ya se sabe que se meterán con un calzado no adecuado por Picos o cualquier zona escabrosa, organizarán un atasco monumental por tres vaques que pastan plácidamente al borde de la carretera y por supuesto, hablarán de la mina y los mineros, aunque no tengan ni repajolera idea.

Iglesias Turrión, ha afirmado entre otras lindezas que "sentir orgullo de país" es posible cuando a un paciente lo puedan atender "los mejores profesionales sanitarios",  cuando "el hijo de un minero pueda ser director de la mina" o cuando "a quienes lo necesiten, las instituciones les envían a un trabajador social y no a la policía para desahuciarlos.” Es decir ha metido en un saco un montón de tópicos –se le ha olvidado algo referido a la enseñanza-  ha añadido unas gotas de nosotros o el caos, y se ha quedado más ancho que largo.

Me gustaría ver a Iglesias Turrión en Asturias, sobre todo después de que su marca en el Principado junto con los camaradas de IU, están sentando las bases para que gobierne la derecha en alianza con la flor y nata de la incompetencia y la traición… Más que nada para ver al ilustre politólogo y comunicador, envuelto en “la bandera de la gente”, con una sonrisa encantadora, desgranando obviedades.
Pero sobre todo me gustaría ver a Iglesias Turrión en las Cuencas Mineras, de donde han salido generaciones enteras, hijos e hijas de mineros, que gracias al esfuerzo de su familia y de las políticas sociales han podido llegar a la Universidad y formarse para ser excelentes profesionales: ingenieros, médicos, profesores… Le convendría al profesor Iglesias Turrión, superar la etapa de La aldea perdida y comenzar a hablar del futuro del territorio, al que le están colapsando las venas, los compañeros de viaje que quieren gobernar esta región con la ayuda del ego desmesurado de sus camaradas..

Si al final, Iglesias Turrión, se decide a visitar Asturias, yo me comprometo a acompañarle como guía. Prometo ser tolerante con sus tópicos de turista madrileño, y mientras visitamos el Campus de Mieres, sobre el área histórica del pozo Barreo, el lugar donde se ubicó el tajo de muchos mineros, y donde hoy se alza un lugar para la enseñanza y la experimentación, un foro de cultura abierto y plural, nuestra imagen de marca, le hablaré de Manuel Llaneza y de su proyecto de Universidad Popular para Mieres, donde los hijos de los obreros y los obreros mismos pudieran formarse.

Acaso Manuel Llaneza, supo ver en la niebla del tiempo y de los años cuando dijo, el porvenir es nuestro, que como lema, debe reconocer Iglesias Turrión, es infinitamente mejor que las nonadas que prepara para sus mítines y supongo que ensaya para experimentar lo convincentes que suenan.

En todo caso, nada está inventado, ni siquiera el juego de la estrategia del poder, donde Iglesias Turrión parece haber encontrado su sitio y el lugar donde experimentar las teorías políticas y los debates televisivos usando como conejillos de Indias a esa gente de la que tanto habla. Cualquier día se le escapará eso de “este público al que tanto quiero y al que tanto le debo”.  

jueves, 2 de julio de 2015

Iglesias Turrión, del asalto a los cielos al asalto al poder

Desde su aparición en la escena política, Iglesias Turrión ha tenido un recorrido fulgurante. Es indudable que tiene a sus espaldas una carrera universitaria notable, en relación con sus intereses, pero no más que la de miles de jóvenes que en este país y fuera del mismo, luchan cada día por su futuro… Ha tenido eso sí, la capacidad de saber montar una cuidada mercadotecnia que enfoque la luz sobre su persona, y como todos los grandes manipuladores, se ha rodeado de los peones adecuados, del lenguaje cuidadosamente deformado para su provecho y sobre todo de la utilización descarada de la gente, esa de la que ha dicho “es su única patria”. Si tenemos en cuenta que entre sus logros académicos está un Master en el que realizó cursos de filosofía de los medios de comunicación y estudió teoría política, análisis político del cine y psicoanálisis, la cosa más que clara, es cristalina.

No es tampoco baladí, el rodaje que Iglesias Turrión ha tenido por los platós de televisión y que le ha servido para construir su personaje como dirigente de Podemos; un personaje a medias entre el líder obrero y el líder revolucionario con aires –nueva política, lucha contra la casta- de neopijo con camisa blanca, ¡ay!, tan tontamente imitada por algunos. Y en la creación de ese personaje ha echado mano de todos los artificios posibles para su objetivo, entre ellos el de la democracia popular a pie de calle.

En Febrero de 2014, en una entrevista para el Huffington Post realizada por Pablo Machuca, el líder de Podemos decía: los círculos están abiertos a todo el mundo, son espacios de protagonismo popular y tienen que tener su propio recorrido a la hora de plantear qué quieren hacer. No queremos que sean espacios en los que nosotros demos la consigna, sino instrumentos de la auto organización de la gente. Y si siguen creciendo, se organizan y se empoderan, esta campaña puede ser una excusa magnífica de recuperación del protagonismo popular. Y si luego les damos un susto en las elecciones y las ganamos, no será más que el inicio de un nuevo camino. No queremos dar la nota en esta campaña, queremos ser la nota de una nueva canción que seamos capaces de componer entre todos y todas.

Un año y medio después de estas palabras, Iglesias Turrión, impone un sistema de primarias para garantizar el control de todos los puestos de salida, en las listas al Congreso en las próximas elecciones generales; ya lo dijo Lenin  "la confianza es buena pero el control es mejor”. El líder de Podemos y su entorno –el Consejo Ciudadano Estatal­- deben haber considerado que vale más asaltar el poder que los cielos. El descontento entre las bases podemitas es un hecho y Iñigo Errejón, Secretario de Política, se ha apresurado a defender el sistema elegido incluso antes de su presentación, lo que ha sonado a excusatio non petita accusatio manifesta.  Podemos, que iba a reinventar la democracia y ser el espejo en el que se reflejara la ciudadanía, sigue las pautas para convertirse en un partido al uso.


En cuanto al líder de Podemos, ignoro hasta donde le llevará su sobredosis de soberbia y si entre sus planes más próximos se encuentra su propia “noche de los cuchillos largos”; en todo caso convendría recordar lo que Lenin dejó escrito en su testamento, referido a Stalin: Convertido en secretario general, ha concentrado en sus manos un inmenso poder, y yo no estoy seguro de que sepa servirse siempre de él con la suficiente prudencia”. 

domingo, 28 de junio de 2015

Jugar con la muerte a los dados

He sentido una gran tristeza, al escuchar la noticia de la muerte del niño de Olot que desde hace semanas, luchaba contra la difteria. Imagino el dolor de sus padres, acrecentado por ese sentimiento que nos envuelve cuando consideramos que hemos sido engañados. Y lo  más lamentable de todo es que esta muerte era perfectamente evitable.

Por razones de profesión y de afición, bucear en viejos documentos y conocer la historia de nuestros ancestros,  está  presente en muchas de mis horas. A veces, embebida en esa tarea, he reflexionado sobre cuánto hemos avanzado en el conocimiento sobre las enfermedades, sobre los  remedios y las técnicas para luchar contra ellas y en la lucha a brazo partido contra la muerte.

Por eso, no llego a comprender como existen quienes imbuidos de no se sabe que ideas peregrinas, parecen querer vivir en siglos pasados, jugando con la enfermedad y con la muerte a los dados. Por eso, me indigna que esas personas, disfrazadas con palabras seudocientíficas y ropajes sectarios, manipulen y engañen a otras que por diversas razones son fácilmente sugestionables o tienen tendencia a ser crédulas.

Cuando en mis clases explico tasas demográficas y hablo del crecimiento de la población y de la mejora de sus condiciones sanitarias en los siglos XIX y XX, tengo que referirme siempre, a lo que supusieron las medidas de higiene y profilácticas en la disminución de las tasas de mortalidad; para muestra, el dato de que la esterilización sencilla –hervirlas unos minutos- de las tijeras con que se cortaba el cordón umbilical, redujo a la mitad, las infecciones entre parturientas y bebés. También, claro está, la aparición de los primeros hospitales y sobre todo el descubrimiento de las vacunas, que fueron para evitar y controlar las epidemias, algo fundamental. Los ejemplos de cómo estaban las cosas, se pueden estudiar a través de fuentes primarias como los Libros de Asentamiento Parroquiales y en concreto los Libros de Difuntos y suelen ser bastante contundentes. 
Fruto de una pequeña investigación sobre el Valle de Turón en el Concejo de Mieres, puedo señalar algunos apuntes que vuelven a mi memoria con cierta emoción:

-por ejemplo a  finales del siglo XIX, el caso de tres hermanos de 18, 23 y 25 años, que fallecen en apenas tres semanas, víctimas de  la viruela, “dejando solos y desamparados a sus padres ya ancianos que no podían ocuparse de la casería”
-por ejemplo la epidemia de difteria que entre Julio y Octubre de 1893, asola el Valle, cebándose en niños entre los 19 meses y los 12 años...
-por ejemplo la epidemia (no se indica de qué) que se produce entre 1897 y 1899 y que debió ser intensa y terrible por la cantidad de afectados entre bebés y niños muy pequeños, pues ninguno superaba los 4 años...

Todavía hasta fines de los años 50 y principios de los 60 del siglo XX, enfermedades como la polio, la tosferina, la propia difteria y otras similares, causaron estragos.

Siempre y en todos los casos, he pensado al leer y anotar estas cosas, la suerte que tenemos de vivir en una época donde los avances médicos -entre ellos las vacunas-, salvan cada día la vida de mucha gente o las protegen de lesiones muy graves. También pienso que en un mundo todavía con grandes desigualdades, donde existen muchos países y personas sometidas al  hambre y a la enfermedad, los que tenemos la suerte de vivir en una sociedad desarrollada, no podemos ni debemos traicionar a quienes cada día luchan contra ello; y es nuestra obligación también, combatir para que a todas esas personas les llegue de forma rápida, a bajo coste y con amplitud, el remedio a sus males. Flaco favor haremos a estas personas y a nosotros mismos si nos dejamos aconsejar de iluminados y gurús con afirmaciones más propias de un mundo dominado por la  ignorancia, la superstición y el fanatismo que por el avance médico y científico.

Edward Jenner, investigador, médico rural y poeta, además de descubridor de la vacuna contra la viruela dijo “espero que algún día la práctica de contagiar la viruela vacuna a los seres humanos se extienda por el mundo; cuando llegue ese día, ya no habrá más viruela”. Esta enfermedad, por cierto, ha sido erradicada del mundo.
Jenner dijo también “me esforzaré aún más para proseguir con esta investigación, una investigación que yo confío que no será meramente especulativa, sino de suficiente empuje para inspirar la agradable esperanza de que se convierta en algo esencialmente beneficioso para la humanidad”.

Son muchos los nombres que vinculados con la investigación de las enfermedades dejaron y están dejando lo mejor de sus vidas para encontrar vacunas, técnicas y medicamentos que han contribuido y contribuirán a salvar millones de vidas. En la lucha contra la enfermedad, el dolor y la muerte, este es el ejército al lado del que quiero estar y desde la trinchera de mi aula, lucharé contra todas las formas de ignorancia.



domingo, 12 de abril de 2015

De don Mariano a doña Mercedes: recorrido por la perplejidad

Parafraseando a Marx (Groucho, no Karl) puede decirse que Mariano Rajoy, partiendo del patriotismo barato ha alcanzado las más altas cotas de la imbecilidad política.

En las últimas elecciones generales, se lanzó enarbolando la bandera de la cruzada iniciada por Aznar, manifestando la seguridad de que iban a votarle los buenos españoles, aquellos que tenían el derecho a ser felices y que se merecían todas las maravillas de programa que lanzaba a los cuatro vientos. Pero como dice la canción “todas las promesas que hizo no eran de verdad”. Él y su partido, una y otra vez, se han vuelto atrás de lo afirmado o directamente se han contradicho en sus palabras sin ningún empacho; es más, les ha importado un bledo, sacrificar a algunos de los suyos, con tal de seguir abduciendo votantes y salvaguardando la pasta conseguida con privatizaciones de toda índole. 

Y lo que es peor, mientras millones de personas veían aplastadas sus esperanzas y su dignidad, han negado la mayor y han seguido insistiendo que ellos tenían razón y los que protestaban estaban equivocados y no se preocupaban por el futuro de España.

Ahora, don Mariano, un Registrador de la Propiedad metido a presidente del PP y del Gobierno, que quiere controlar a la ciudadanía, como quiere que sus compañeros de profesión controlen el último reducto de la res pública que es el Registro Civil, ha apelado a la gente honrada que quiere a su país, seres humanos normales

Ojiplática me he quedado con esta afirmación y he tenido un ataque de ansiedad; quienes me conocen y aprecian, me han asegurado una y otra vez que no me he convertido en una delincuente apátrida y sobre todo que ningún alien me ha poseído para hacer desaparecer mi humanidad.

Ignoro si al señor Rajoy le preparan sus discursos o él mismo perpetra tamaños dislates, pero yo creo que debería hacérselo mirar, porque estos síntomas de memez, tienen que ser avisos de una seria enfermedad democrática y además terriblemente contagiosa. Se ve en como la señora Mercedes Fernández, ha cargado contra el socialismo que quita la libertad de escoger colegios o centros hospitalarios y planifica nuestras vidas. Me he llevado otro susto considerable, al imaginarme a escuadristas de camisa roja conduciendo en largas filas a centros médicos y de enseñanza a enfermos y estudiantes. Por suerte me he tomado una dosis de realidad: sé que la libertad de la que habla la líder del PP asturiano, es la del dinero que separe a quienes no pueden pagarse centros  privados, de los que tienen que acudir al cada vez más precario sector público, donde excelentes profesionales, se baten el cuero día a día, soportando encima al mejor pijerío de este país; cómo sé también que la planificación en todo caso, vendría de Mercedes Fernández y sus commilitiones, en su lucha contra la igualdad de la ciudadanía española.
En plena histeria electoral, doña Mercedes no sabe cómo agradar a Mariano Rajoy y a Mª Dolores de Cospedal para que olviden el carajal de partido que tiene montado en Asturias en general y en Gijón en particular. Yo creo que desde el desengaño con Cascos y el ir y venir desaforado de los militantes del PP, Mercedes Fernández necesita que la quieran y busca el calor de los votantes, porque también ha dicho que "además de trabajar, hacer y crecer, tenemos que entender a la gente. Tenemos que quererla y sentir lo que siente la gente. Tenemos que poner alma a las cosas. Y por eso tenemos que convencer a los asturianos de que nos den una oportunidad para gobernar". Lo dicho, necesita que la quieran; eso o que ha confundido la campaña con Master Chef.


jueves, 12 de febrero de 2015

Paco Cascos: balada del desnortado

Tengo querencia por las películas del Oeste, en especial por esas de aire melancólico y paisajes crepusculares, donde sabes, desde el momento en que el protagonista sale en la pantalla, que su futuro es dudoso; y si la peli tiene una banda sonora melancólica a ritmo de balada, la historia tiene todas las papeletas de acabar mal.

Imaginarse a Francisco Álvarez Cascos en el papel de personaje atormentado con un destino fatal a ritmo de country, es un poco difícil,  pero a veces es necesario dotar de un poco de épica a situaciones que no la tienen en absoluto. Desde luego, desde el momento en que Paco Cascos, aterrizó en Asturias con su proyecto político o con lo que fuera la entelequia de Foro, opiné en todo lugar que pude que aquello era la planificación de una trama para lograr poder y humillar más que a sus enemigos políticos a sus antiguos compañeros de viaje; un deseo de poder enfermizo en busca de la vendetta al mejor estilo siciliano.

Y para ello no le importó en absoluto utilizar a sus amigos y correligionarios hasta el sacrificio, ejercer un control absoluto, no tolerar la mínima disidencia, favorecer el descabezamiento de sus grupos locales cuando ello suponía la eliminación política de posibles rivales, querer obtener en los juzgados lo que las urnas le habían negado y actuar como un pequeño autócrata dentro de su partido ya que quedaban lejos los días del general secretario.

Envuelto en las esencias de una Asturias de opereta y cruzada, creyéndose Jovellanos redivivo, y el caudillo de una nueva Reconquista sobre los infieles del PP, estuvo a punto de llevar a Asturias al desastre, pero ya se sabe que los dioses vuelven ciegos a los mortales cuando quieren perderlos. Desde los tiempos de Sergio Marqués no le han importado más que sus propios intereses y deseos y no ha dudado en manipular a quienes han confiado en él. Se vio con claridad en la deriva errática que ha mantenido  Foro en Asturias, en su gobierno regional -Francisco el Breve- disuelto a espaldas de sus Consejeros, en la larga sombra sobre su portavoz en la Junta General o sobre las actuaciones de la alcaldesa de Gijón. Se ha visto con claridad en el anuncio de la huida que protagoniza a cuatro meses de las elecciones y cuya razón es un misterio. Porque creerse que su razón es garantizar la supervivencia de Foro, en alguien convencido, parafraseando a Luis XV, de que “El Partido soy Yo”, es algo difícil.

Francisco Álvarez Cascos puede creerse un héroe de la política incomprendido pero en realidad es un viejo pistolero al que le tiemblan las manos y le falla la vista y según que asuntos, eso puede ser peligroso. A veces, los antiguos amigos pueden meterse en un lío, si consideran que les has vuelto la espalda o recobran súbitamente la memoria.


Sí, quizás después de todo, la larga cabalgada hacia la puesta de sol, sea para Paco Cascos, demasiado épica. En todo caso, si tiene que sonar música, podría ser una canción silbada con el título de Balada del desnortado y el personaje mirando desde un prau hacia les víes del tren, igual que miren les vaques, sin sentíu ningunu.